Grelo, la joya del invierno.
El Grelo es un brote poco conocido, pero con una altas cualidades nutritivas y medicinales, gracias a su alta concentración en Glucosinolatos.
En algunos estudios se indica este compuesto natural, como alto protector frente a algunos tipos de cáncer.
Por ello es un alimento rico en proteínas y vitaminas A, B9, E y C. Sólo hirviendo cien gramos, obtenemos el ciento cincuenta por ciento de la cantidad diaria necesaria.
También en minerales como el hierro, el cobre, el manganeso, el magnesio y el potasio.
Están especialmente indicados en dietas de adelgazamiento por su facilidad en saciar el hambre, sin apenas aporte calórico.
Otras indicaciones son las de previenen la hipercolesterolemia y el estreñimiento, por su alto aporte en fibra.
Ahora en invierno es el mejor momento para conseguir unos brotes de Grelo, para lo que no lo conozcáis, es el tallo que se obtiene del nabo.
El Grelo tiene un sabor muy agradable, ligeramente amargo y un poco picante, pero aconsejamos que los lavéis durante un buen rato en agua caliente, para matizarlo.